¿Eres de los que se distrae a menudo mientras aprende, no puede concentrarse y siente que no retiene lo que ha aprendido? ¿Sientes que tus empleados quieren aprender, pero no saben cómo retener los conocimientos adquiridos?

Entonces estás en el lugar adecuado. Porque también hay que aprender a aprender. A continuación, podrás leer 11 consejos sobre cómo aprender de una manera sencilla y efectiva. Aplicando un método adecuado, serás capaz de recordar incluso los contenidos más difíciles con muchísima facilidad y a la vez que te diviertes aprendiendo.

Repetir, repetir y repetir

Seguro que no te estamos contando nada nuevo. Seguro que más de una vez has memorizado algo rápidamente que al poco tiempo se te ha olvidado. Esto es porque el contenido no se ha transferido de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo.

Esta transferencia se produce al repetir varias veces lo aprendido, así el conocimiento se consolida en la memoria a largo plazo. De esta manera nos aseguramos de que nos acordaremos de estos hechos en el futuro. ¿Cómo? Pues, por ejemplo, anotando varias veces los datos clave de una presentación y repitiéndolos antes de dormir, o dejar notas encima del escritorio en las que se pueda leer aquello que has aprendido. De este modo, leerás el contenido inconscientemente a menudo y podrás recordarlo mejor.

Descansar

No olvides descansar. Por lo general, solo podemos concentrarnos durante un corto periodo de tiempo, una vez pasado ese tiempo, aquello que sigamos aprendiendo no lo podremos retener. Un buen método para organizar estos periodos de tiempo es la técnica pomodoro: estudia durante 25 minutos, haz 5 minutos de descanso y tras 4 repeticiones haz un descanso más largo. Si quieres saber más sobre este método o sobre cómo gestionar el tiempo eficazmente, haz clic aquí).

Establecer conexiones y utilizar reglas mnemotécnicas

El contenido puede anclarse mejor en el cerebro si lo nuevo se vincula con lo conocido, es decir, si se crean conexiones. Para ello puedes comentar lo aprendido con los compañeros o crear mapas mentales. También existen reglas mnemotecnias que son muy prácticas. Por ejemplo, crea una rima para acordarte de alguna norma gramatical, como: Con he, she, it la «s» con el verbo tiene que ir; o para recordar fechas importantes: 7 5 3, Roma se deja caer.

Trabajar en un ambiente ordenado y evitar las distracciones

Ordena tu lugar de trabajo. Después de todo, no en vano se dice: tidy room, tidy mind. Evita cualquier distracción, esto significa tener un escritorio bien ordenado y despejado donde solo tengas lo esencial a mano y el teléfono móvil fuera de tu alcance. Cualquier cosa que te distraiga no tiene cabida en el escritorio. Otros focos de distracción son las interrupciones, el ruido, la multitarea y las redes sociales. Con la práctica, te resultará fácil concentrarte en una tarea y evitar estos focos de distracción.

Evitar el estrés y planificar tiempo de sobra

Evita tener estrés mientras aprendes. Y, es que, bajo estrés, tanto la memoria a corto plazo como la capacidad de concentración disminuyen. El estrés es el peor compañero del aprendizaje, ya que nos hace olvidar lo aprendido. Para no caer en las garras del estrés, planifica tu tiempo de estudio en un calendario en el que planifiques qué vas a aprender cada día.

Importante: asegúrate de planificar algo de tiempo de más para no caer de nuevo en las garras del estrés. A menudo subestimamos el tiempo que nos lleva completar una tarea. Así, por ejemplo, planifica haber terminado de preparar el contenido de una presentación dos días antes de la fecha prevista, así tendrás tiempo para repasar los temas difíciles y no tendrás la presión del tiempo. Si tienes problemas gestionando el estrés, consulta nuestro artículo y toma nota de nuestros consejos.

Recompensar el trabajo bien hecho

Recompénsate cuando alcances un objetivo, completes una sesión de aprendizaje o trabajes en tu lista de tareas pendientes. De este modo, el aprendizaje será más divertido y te sentirás motivado durante más tiempo. El castigo por no alcanzar un objetivo, en cambio, de poco sirve. Incluye en tu calendario actividades que te gusten y te ayuden a mantener la motivación mientras aprendes, ya sea una tarde con los amigos o un paseo por el parque.

Dormir bien

El sueño es esencial para procesar y organizar la información que asimilamos. Si duermes lo suficiente estarás ayudando a tu memoria. La falta de sueño, por otra parte, conduce a una reducción del rendimiento, lo que afecta negativamente al aprendizaje.

El ejercicio equilibra mente y cuerpo

Quizás ya hayas experimentado que después de hacer deporte o dar un paseo te puedes concentrar mucho mejor. De hecho, el ejercicio no solo es saludable y contribuye al equilibrio interno, sino que hay estudios que demuestran que los participantes que practican deportes de resistencia tres veces a la semana tenían una mayor capacidad de concentración pasadas seis semanas que los participantes que no practicaban ningún deporte. Así que coge tu esterilla, ve gimnasio o sal a correr.

Resúmenes y notas

Una consecuencia de la digitalización es que todas nuestras notas y resúmenes se escriben a través del teclado. Lo cual tiene sentido, ya que, después de todo, es mucho más rápido que hacerlo a mano. Sin embargo, un grupo de investigadores pudo demostrar que los estudiantes que tomaban notas a mano obtenían mejores resultados en las pruebas de comprensión que el grupo que tomaba notas en el portátil. Los científicos atribuyen estos resultados a la siguiente teoría: debido a la rapidez con la que se teclea, se piensa menos en lo que se ha oído y no se resume con otras palabras. Esto también dificulta memorizar el contenido.

Tener en cuenta el rendimiento individual

Asegúrate de tener en cuenta tu nivel de rendimiento y el de tus empleados. Cada persona aprende de forma diferente: algunas pueden concentrarse mejor a primera hora de la mañana, mientras que otras solo pueden hacerlo de noche. Así que, si eres una persona madrugadora, utiliza la mañana para concentrarte mejor y haz más pausas u organiza tareas que requieran menos concentración pasado el mediodía.

Nadie es perfecto

Obviamente no siempre se pueden poner en práctica todos estos consejos al mismo tiempo. Lo mejor es que elijas el método que creas que mejor se adapta a ti. Aunque también puedes arriesgarte a probar otras técnicas con las que no haya trabajado antes. Quizá sea este consejo el que cambie tu forma de aprender. Date un respiro, pero gestiona el tiempo a tu ritmo. Si quieres leer más sobre este tema, haz clic aquí y aprenda más sobre la gestión del tiempo.

Lleva tu forma de aprender al siguiente nivel con estos consejos. Pruébalos y quédate con el que mejor aprendas.

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