¿Qué es un microlearning?
¿Por qué aprender con los microlearnings?
¿A quién están dirijidos los microlearnings?
El microlearning en las empresas
¿Cómo funcionan los microlearnings?
¿Es adecuado el microlearning para la formación de habilidades interpersonales?
¿Está demostrada la eficacia de los microlearnings?
¿Cuáles son las desventajas del microaprendizaje?
Algunos ejemplos de microlearning
¿Cuáles son las tendencias actuales en microlearning?
Fuentes (en inglés):
El aprendizaje es un proceso continuo que tiene lugar a cualquier edad y en cualquier etapa de la vida. Sin embargo, el paso del tiempo parece jugar en nuestra contra y cada vez son más los que dicen que les resulta difícil sacar tiempo para participar en programas o cursos de aprendizaje extensivos. Aquí es donde entra en juego los microlearnings, un método de aprendizaje innovador basado en unidades breves y específicas. En este artículo te enseñamos qué son estos microlearnings, cómo funcionan y para quién es adecuado. Además, te pondremos algunos ejemplos y debatiremos las tendencias actuales.
Los microaprendizajes, también conocidos como microlearnings, es un método formativo con el que se imparten contenidos didácticos específicos en breves unidades de tiempo. Cada unidad trata un tema concreto. El objetivo del microaprendizaje es transmitir de forma rápida y eficaz la respuesta adecuada a una pregunta o problema específico. Para ello se utilizan diferentes formatos como vídeos, cuestionarios interactivos o infografías.
Por tanto, se puede decir que el microaprendizaje no se limita a un formato concreto y que, en teoría, también puede tener lugar de forma presencial, por ejemplo, cuando un formador explica brevemente un método específico. Sin embargo, el término se utiliza sobre todo en el ámbito virtual. De hecho, se trata de un tipo de aprendizaje que comenzó a popularizarse cuando internet y los teléfonos inteligentes empezaron a ser accesibles para todos. Así, cuando se tiene un problema, se puede encontrar la información que se necesita en el momento oportuno y en tan solo cuestión de minutos.
La duración de un microlearning puede variar, pero, por norma general, oscila entre dos y quince minutos.
El microaprendizaje es un método eficaz pensado para satisfacer una necesidad de aprendizaje claramente definida. La unidad de aprendizaje se centra precisamente en el tema que es relevante para el alumno en ese momento. Se puede integrar fácilmente en la vida cotidiana y completarse en poco tiempo. De este modo, los alumnos pueden afianzar y aplicar sus conocimientos rápidamente. En comparación con la formación clásica, el microaprendizaje les permite aplicar a la práctica gran parte de lo aprendido, ya que normalmente la unidad de aprendizaje se completa exactamente cuando es necesario aplicar el contenido en la vida real.
Y si se completan varias unidades de aprendizaje sobre un tema concreto, la transferencia de conocimientos funciona incluso mejor, ya que lo aprendido se ancla mejor en la memoria a largo plazo.
Además, el hecho de que las unidades didácticas sean breves y no estén saturadas de información reducen la denominada carga cognitiva de la memoria de trabajo (Sweller, 1988), lo que favorece el aprendizaje.
Por último, el microaprendizaje fomenta el aprendizaje autodirigido, ya que los alumnos pueden decidir por sí mismos cuándo y dónde quieren aprender, lo que a su vez aumenta la motivación y el compromiso.
El microaprendizaje está pensado para todas aquellas personas que deseen aprender de forma rápida y eficaz, independientemente de su edad, nivel educativo o campo de especialización. Es especialmente adecuado para personas que disponen de poco tiempo en su día a día, ya que el microaprendizaje puede integrarse fácilmente en la vida cotidiana.
Los estudios demuestran que son sobre todo los más jóvenes los que más se interesan por aprender con este método. Por ejemplo, la generación Y prefiere aprender de los vídeos de YouTube antes que de los libros tradicionales (Hassinger-Das et al., 2020).
Es importante señalar que estas unidades de aprendizaje suelen carecer de contexto, lo que implica que los alumnos ya tienen una pregunta concreta antes de abordar la formación. Además, deben tener suficientes conocimientos previos del tema en cuestión para poder situar de forma independiente los contenidos del microaprendizaje en un contexto más amplio. El microlearning únicamente podrá desplegar todo su efecto y favorecerá la puesta en práctica de lo aprendido si se dan esas condiciones.
El microaprendizaje también es un buen complemento para los programas de formación continua de las empresas, ya que les permite formar a sus empleados o actualizar sus conocimientos en muy poco tiempo. Las unidades de microaprendizaje son concisas, por lo que están especialmente adaptadas al aprendizaje en el trabajo. Los empleados pueden aplicar lo aprendido directamente en su trabajo diario.
El nivel de aceptación del microaprendizaje en las organizaciones es en general muy elevado. Así, los participantes en el estudio no solo elogian el microaprendizaje por su sencillez de uso, sino que también lo califican de realista y relevante para su práctica profesional (Taylor et al., 2022). Las valoraciones y los índices de uso fueron correspondientemente altos (ibíd.).
Los microaprendizajes funciona a través de unidades de aprendizaje breves y específicas. Estas pueden impartirse por medio de diversos canales, como una plataforma de aprendizaje electrónico o una aplicación.
Existen básicamente dos enfoques principales. En el primero, los alumnos deciden de forma independiente qué unidades quieren completar y cuándo. Esto les permite satisfacer sus necesidades de aprendizaje individuales y situacionales de la mejor manera posible. Este enfoque funciona mejor con alumnos avanzados que ya tienen una base, que pueden identificar con precisión sus carencias y que son capaces de encontrar por sí mismos las unidades de microaprendizaje adecuadas.
En el segundo enfoque, la empresa (u otra institución) proporciona un marco definido a los alumnos. De modo que el microaprendizaje se integra en un itinerario de aprendizaje concreto, por ejemplo, para los directivos junior. Las unidades de aprendizaje de corta duración se combinan con la formación presencial, los grupos de aprendizaje y otro tipo de formatos. El hecho de retomar y recordar el contenido del aprendizaje de diversas formas facilita que la información se consolide e interiorice mejor a largo plazo.
Las habilidades interpersonales son capacidades que no se pueden medir de manera directa, como es el caso de las habilidades de comunicación o la capacidad de trabajar en equipo. Pero sí, el microaprendizaje también es adecuado para desarrollar las habilidades interpersonales. En los vídeos, por ejemplo, se pueden mostrar breves extractos de conversaciones en las que se puede experimentar un determinado método de comunicación.
Por otro lado, las habilidades interpersonales deben practicarse sin descanso si se pretende que realmente haya una evolución. En este sentido, el microaprendizaje también puede ayudar, pues proporciona impulsos de aprendizaje repetidos sobre un tema específico en varias unidades de breve duración. Hasta que el nuevo comportamiento se integre en la rutina.
Hoy en día existen varios estudios científicos que han probado la eficacia del microaprendizaje.
En un metaestudio, los cinco estudios incluidos llegaron a la conclusión de que el microaprendizaje es adecuado para la adquisición de nuevos conocimientos (Taylor et al. 2022). Sin embargo, los autores del estudio señalan que el microaprendizaje es más eficaz cuando se utiliza como complemento de otros formatos de aprendizaje (ibíd.)
En uno de los estudios, por ejemplo, unos estudiantes de medicina aprendieron a utilizar una herramienta CRM mediante microaprendizaje basado en vídeo. Al cabo de unas semanas, eran más capaces de recordar lo que habían aprendido que los participantes de un grupo de control (Gross et al. 2019).
Los índices de uso de este estudio fueron superiores a los de los formatos «clásicos» de aprendizaje en línea, y estuvieron por encima del nivel exigido por la universidad. Se observó que los alumnos solían utilizar las unidades de aprendizaje de breve duración en varias ocasiones (ibíd.).
En primer lugar, crear buenas unidades de microaprendizaje no es tarea sencilla. Es necesario ser exhaustivo y conciso al mismo tiempo. El lenguaje empleado debe ser claro y comprensible e idealmente no solo debe informar a los alumnos, sino también motivarlos.
El microaprendizaje tampoco es adecuado para todos los temas. Los temas complejos o los cursos en los que se transmite mucha información que se complementa entre sí (por ejemplo, los cursos de certificación) son difíciles de presentar en vídeos de 3 minutos.
Otro reto al que se enfrenta el microlearning es el gran número de módulos de aprendizaje necesarios. Para aprovechar todo el potencial del microaprendizaje, por ejemplo en una empresa, es necesario disponer de muchas unidades de aprendizaje diferentes y de alta calidad. Esto es algo que puede confundir rápidamente a los alumnos y hacer que se sientan abrumados.
Lo ideal es que cada empleado pueda acceder en cualquier momento a los contenidos que le interesan o competen. Por un lado, esto implica que deben cumplirse los requisitos técnicos previos y que el equipamiento debe estar disponible. Por otro lado, el contenido debe ser fácil y rápido de encontrar.
Además, debe tratarse de contenido accesible para que todos los usuarios puedan beneficiarse de él, incluidas las personas con discapacidad.
El microaprendizaje puede presentarse en diferentes formatos, como, por ejemplo, vídeos cortos, cuestionarios, infografías o textos breves. Los ejercicios interactivos, como juegos o simulaciones, también pueden formar parte del microaprendizaje.
Y dado que el microaprendizaje puede utilizarse para prácticamente todo tipo de problemas, es básicamente adecuado para todas las áreas temáticas. Un ejemplo son los tutoriales de aprendizaje de breve duración para escolares que se recopilan en rutas de aprendizaje. En una ruta de microaprendizaje de este tipo, los alumnos de primer curso, por ejemplo, aprenden todo lo necesario para poder sumar y restar.
También en TikTok hay cada vez más vídeos cortos de aprendizaje en los que los usuarios comparten sus conocimientos sobre temas tan variados como la declaración de la renta, el lenguaje corporal o cómo hacer una presentación de PowerPoint sin desfallecer en el intento.
En el caso de las empresas, el microaprendizaje puede utilizarse para diversos fines. Por ejemplo, en breves sesiones de formación, se pueden mostrar las características más importantes de diferentes productos. Este formato también puede utilizarse para proporcionar a los nuevos empleados información sobre su nuevo entorno de trabajo o la filosofía de empresa. Y, por supuesto, también se pueden enseñar importantes competencias profesionales e interdisciplinares.
Las tendencias actuales en microaprendizaje incluyen el aprendizaje personalizado, la gamificación y los contenidos generados por los propios usuarios. En el aprendizaje personalizado el contenido del aprendizaje se adapta a las necesidades individuales de los alumnos. En función de la actividad, la experiencia previa y los intereses, el nivel de competencia respectivo y las unidades que el alumno ya haya completado, se sugerirán otros contenidos.
La gamificación se utiliza a menudo en el contexto del microaprendizaje, pero también en todo el sector de los cursos de formación en línea. Al utilizar este método, se integran elementos lúdicos en el proceso de aprendizaje que pretenden aumentar la motivación y el compromiso de los alumnos. Por ejemplo, se utilizan insignias, premios virtuales por logros especiales o se anuncian competiciones entre equipos. El ganador es entonces quien ha completado más unidades de aprendizaje, e idealmente también el equipo que presenta más éxitos de aprendizaje (por ejemplo, cuando desciende la tasa de errores o se implanta con éxito un nuevo proceso).
Se habla de contenidos generados por los usuarios cuando las unidades de microaprendizaje no son diseñadas por expertos en aprendizaje, sino por los propios usuarios. Por ejemplo, los miembros del equipo pueden compartir sus prácticas recomendadas en vídeos de aprendizaje de corta duración y así aprender unos de otros. No obstante, la calidad didáctica de los contenidos creados con este método no siempre está garantizada. En cambio, los contenidos generados por los usuarios obtienen resultados especialmente buenos en cuanto al compromiso de todos los participantes y también a la relevancia práctica.
En resumen, se puede decir que el microaprendizaje está en alza. Este desempeña un papel cada vez más importante en la formación continua privada, escolar y en las empresas. El nivel de aceptación es en general bastante alto, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Al introducir el microaprendizaje en la empresa, hay que cerciorarse de que las unidades de aprendizaje reúnan las características de calidad requeridas, como un enfoque claro, comprensibilidad y pertinencia. Si se siguen estas directrices, el microaprendizaje puede llegar a ser un muy buen complemento para los programas de formación continua existentes.
Gross, B., Rusin, L., Kiesewetter, J., Zottmann, J. M., Fischer, M. R., Prückner, S., & Zech, A. (2019): Microlearning for patient safety: Crew resource management training in 15-minutes. https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0213178
Hassinger-Das, B., Dore, R. A., Aloisi, K., Hossain, M., Pearce, M., & Paterra, M. (2020): Children’s reality status judgments of digital media: implications for a COVID-19 world and beyond. Frontiers in Psychology, 11. https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpsyg.2020.570068/full
Sweller, J. (1988). Cognitive load during problem solving: Effects on learning. Cognitive Science, 12, 257–285
Taylor, A., Hung, W. (2022): The Effects of Microlearning: A Scoping Review. Education Tech Research Dev 70, 363–395. https://link.springer.com/article/10.1007/s11423-022-10084-1